Microendodoncia
La microendodoncia es una rama avanzada de la endodoncia que emplea el microscopio dental para realizar tratamientos de conductos con un nivel de precisión y detalle significativamente superior al de los métodos tradicionales. Este enfoque resulta especialmente útil en casos de alta complejidad, como conductos radiculares estrechos, calcificados, con anatomía irregular o cuando se requiere retratamiento endodóntico.
¿En qué consiste la microendodoncia?
El procedimiento se basa en tres etapas clave:
- Acceso y localización de los conductos: Con el uso del microscopio dental, el especialista puede identificar con exactitud la entrada a los conductos radiculares, incluso aquellos de difícil visualización.
- Limpieza y desinfección profunda: Se elimina el tejido pulpar dañado, necrótico o infectado, mientras que la desinfección minuciosa reduce al máximo la carga bacteriana, evitando futuras complicaciones.
- Obturación tridimensional (relleno del conducto): Los conductos se rellenan con materiales biocompatibles para sellarlos herméticamente, previniendo reinfecciones y restaurando la funcionalidad del diente.
Beneficios de la microendodoncia
- Mayor precisión: El aumento óptico y la iluminación proporcionada por el microscopio permiten al especialista trabajar con un nivel de detalle que minimiza el riesgo de errores.
- Conservación de estructura dental: Se eliminan únicamente los tejidos dañados, preservando al máximo la estructura sana del diente.
- Mejores tasas de éxito: Al garantizar una limpieza y sellado más efectivos, se incrementa la durabilidad del tratamiento.
- Diagnóstico más exacto: Se detectan fracturas, perforaciones o conductos accesorios que podrían pasar desapercibidos en procedimientos convencionales.
Objetivo principal
El propósito de la microendodoncia es preservar el diente natural en la cavidad oral durante el mayor tiempo posible, devolviendo su funcionalidad y evitando la necesidad de extracciones o tratamientos más invasivos.